Noticiero en perspectiva (1). Las protestas en Chile
Desde finales de Octubre hasta el día de hoy (15 de Diciembre de 2019), los medios nos bombardean, si no todos los días, al menos sí todas las semanas, con las protestas que están tomando lugar en el país austral, tanto en su capital Santiago como en otras ciudades importantes. Sin embargo, todavía no he visto a ningún medio español que sea capaz de proporcionar una información clara y concisa sobre este suceso. ¿Alguien de vosotros puede explicar detalladamente lo que sucede? Hoy estreno Noticiero en perspectiva con el tema de moda en Hispanoamérica.
Informarse sobre estas protestas se ha convertido en todo un quebradero de cabezas. La información que nos llega a España es bastante contradictoria en función de los intereses políticos e ideológicos que defiendan unos u otros. Los medios de izquierdas critican el sistema "neoliberal" (signifique lo que signifique este término) impuesto por el Gobierno chileno, mientras que entre los liberales abudan alabanzas a los progresos que ha supuesto la aplicación de este sistema político-económico. Lo cierto es que ambos tienen parte de razón y fundamentos para defender sus posturas, pero también frecuentan mentiras u omisiones a la verdad en los dos lados de la balanza.
Desde que Chile recuperó la democracia en 1992 se había convertido en uno de los bastiones que defendían los economistas liberales. Un oasis dentro de un continente donde abundan los países con Gobiernos prosocialistas. El país llevaba más de 20 años creciendo y saliendo de la pobreza a ritmos envidiables por el resto de países de América Latina. Pasó de ser uno de los países más pobres del continente en 1992 a ser el más rico, SÍ, EL MÁS RICO, de Latinoamérica. Los datos (extraídos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional) así lo reflejan:
- El PIB per cápita pasó de 2.660€ en 1990 a 13.481€ en 2018.
- La clase media subió de un 13,7% a un 63,3%.
- La extrema pobreza cayó de un 8,1% a un 0,7%
- La esperanza de vida escaló de 73,3 años a 79,9. Es la segunda más alta de toda América, tan solo por detrás de la canadiense.
- El Índice de Desarrollo Humano mejoró de un 0,701 a un 0,843.
Las políticas económicas chilenas, que se basan en el principio
de la transparencia del capital y la no discriminación contra los
inversionistas extranjeros, constituían una de las fortalezas del país.
Los inversionistas también se sienten atraídos por la riqueza de los
recursos naturales de Chile (es el mayor exportador de cobre del mundo),
la estabilidad de su sistema macroeconómico, su potencial de
crecimiento, su seguridad jurídica, su bajo nivel de riesgo y la alta
calidad de su infraestructura.
Desinformación en los medios
Lo que se nos omite desde los medios liberales y/o de derechas es que, desde 2015 el crecimiento económico se ha estancado. Los salarios se han paralizado (con un leve descenso entre 2015 y 2017). 3 de cada 4 chilenos tienen un salario menor a 700€. Por si fuera poco, la tasa de paro aumentó del 6 al 7,2%. Además, en 2016, el Gobierno aumentó en un 40% los impuestos a las empresas, sobre el tipo de beneficios. Esto perjudicó a la inversión extranjera (y con ello la creación de puestos de empleo), que ha mostrado un comportamiento irregular desde entonces. Tampoco nos podemos olvidar del sistema de pensiones de capitalización chileno. La mensualidad que reciben los jubilados chilenos de media no superan los 250€.
Ahora veamos algunos ejemplos de manipulación de los medios de izquierda. En lo más alto del podio encontramos a RT, el canal de televisión público del Kremlin, que se lleva el título a 'Desinformador por Excelencia'. En este vídeo que se volvió bastante viral, y que han compartido varios de mis amigos en Facebook, la pertinaz señorita que se nos muestra hablando frente a la cámara nos cuenta que "las protestas de Chile no se desataron debido al aumento en 30 pesos del metro en Santiago de Chile, sino a 30 años de recortes en Chile en Sanidad y Gasto Público" (minuto 3:25).
Efectivamente, las protestas en Chile se deben a múltiples razones y no solo a la pequeña subida de 30 pesos en el pasaje de metros pero...¿30 años de recortes en servicios básicos? Si esto fuera cierto yo mismo me compraría un billete de avión dirección Santiago de Chile para sumarme a las manifestaciones con ellos. Pero.. ¿es esto cierto? Evidentemente no.
Como podemos observar en estas gráficas proporcionadas por Datosmacro, que recoge los datos del FMI, tanto el Gasto en Educación como en Sanidad Pública han ido aumentando (salvo en algunos años excepcionales) a lo largo de las últimas décadas.
En el caso de la Educación, el Gasto per cápita ha aumentado de 173€ en 1.999 a 666€ en 2.016 (último año para el que tenemos información). En cuanto a la Sanidad, este aumento ha sido todavía más notorio, pasando de 148€ en 1.999 a 707€ en 2.018. Poniendo estos datos en contexto, es el país de Latinoamérica que más gasta per cápita en Educación y el tercero en Sanidad tan solo por detrás de Uruguay y Cuba.
También nos cuentan el país es cada vez más desigual. Es innegable que Chile es un país que necesita hacer políticas que conduzcan a mejorar este aspecto, pero es mentira que cada vez sea más desigual, sino más bien lo contrario. Echando un vistazo al Índice de Gini chileno (cuanto más próximo a 0 más igualitario y cuando más próximo a 100 más desigual) vemos que el país ha ido mejorando en este aspecto.
"¿Entonces por qué se quejan los chilenos de sus servicios públicos básicos?" os preguntaréis. Lo cierto, es que a pesar de las mejoras en este aspecto, la Educación en Chile sigue siendo cara, a diferencia de otros países de Latinoamérica, donde es sino gratis, al menos sí más asequible. Aquí cabe preguntarse por qué se da esta tesitura a pesar de haberse aumentado tanto el Gasto Público en Educación y, de hecho, gastar más que cualquiera de sus países vecinos. La respuesta es sencilla. Por un lado, la Educación en Chile es de una calidad bastante superior al promedio Latinoamericano (infraestructuras, calidad del profesorado...). Por otro, el Gobierno de Chile busca que el modelo sea sostenible económicamente en el largo plazo, evitando endeudarse, de ahí que cobre altas tasas para las matrículas universitarias.
Aquí cabe reseñar que países varios de los Latinoamericanos que proporcionan Educación Pública gratuita (así como demás servicios públicos) lo hacen por encima de sus posibilidades financieras gracias a préstamos provenientes de organismos como el FMI. Deuda que no ha sido todavía devuelta debido a su incapacidad de prosperar económicamente y que ha causado disputas entre dicho organismos con países como Argentina, Venezuela o más recientemente, Ecuador. Chile, por contra, financia sus servicios públicos con los impuestos generados de su propia actividad económica, lo que permite al país mantener una Deuda Pública pequeña y asumible (25,6% del PIB en 2018).
Entonces, ¿qué puede hacer Chile entonces para recuperar su crecimiento económico y ofrecer servicios públicos básicos a mejores precios?. Veámoslo.
¿Puede hacer frente Chile a esta tesitura?
Antes hagamos un breve repaso de la economía de Chile.
Los sectores que destacan en la economía del país andino son la minería (sobre todo el cobre), los productos manufacturados: como la madera, procesamiento de alimentos y los productos químicos, y del sector agrario: la pesca, la viticultura y fruta. Sectores importantes, pero de productos que no generan altos valor añadido y lo más importante, altamente dependientes de lo que sucede en los mercados internacionales, lo que daña su competitividad y fortaleza económica. What a classic in Latinoamerica.
El sector industrial en Chile tiene un peso importante en su PIB (29,96% según el Banco Mundial) pero las industrias sufrieron una caída en estos últimos años. El sector agrícola (un menor peso: 3,83% según el BM), donde la agricultura y la ganadería son las principales actividades (en el centro y sur del país) protagonizan muchas de las exportaciones, sobre todo las de frutas y hortalizas, con estrategias dirigidas a los mercados europeos, norteamericanos y asiáticos. La ubicación país permite ofrecer estos productos fuera de temporada estos mercados. Sin embargo, muchos otros productos sufren en los mercados internacionales por competencia con los de países asiáticos (como en la pesca por ejemplo) o de su propio continente (otras frutas y hortalizas). El sector servicios es el que más aporta al PIB con el (57,59% según el BM) y el que genera más empleo.
En el ámbito económico, Chile tiene que afrontar tres problemas actualmente. El primero superar esa dependencia tradicional del precio de sus productos, sobre todo el cobre (su producción representa el 50% de las exportaciones del país, según BM). Segundo, desarrollar un suministro de alimentos autosuficiente, salvando los problemas de infraestructuras y logística en un sector que no satisface la demanda doméstica. Por último, aumentar lo máximo posible su productividad para aumentar su competitividad con el exterior.
Es una economía vulnerable a los precios internacionales (especialmente y, para no variar, del cobre), la demanda internacional (con especial efecto los designios de China), y a esto se le unen los riesgos climáticos y de terremotos, la productividad debería mejorar de la mano de una I+D adecuada, la red de carreteras y la red de energía son vulnerables y con alto margen de mejora, tienen altos precios energéticos y un sistema también mejorable. Para paliar los precios energéticos y la dependencia en este ámbito, Chile ha invertido notablemente en energía renovable, que se espera que represente hasta el 20% de su generación de energía para 2020 (OCDE).
Los cambios políticos, tienen mucho que ver en esta situación. Estos además manifiestan y, previsiblemente, generarán más gasto público y por lo tanto deben estar amparados bajo un sistema fiscal óptimo, es decir, deben estar preparados para poder aumentar este gasto público con un sistema recaudatorio y ajustes fiscales a la altura, que no quebrante el tejido empresarial ni disponga trabas a este, debe haber un sistema de incentivos dirigido a mejorar esas lagunas sociales que presenta el país y que están generando tantas protestas sociales. Existen altos niveles de desigualdad e informalidad (OCDE), donde los factores en la desigualdad de la riqueza incorporan el sistema impositivo actual el cual desfavorece a las clases de ingresos medios y bajos en primer lugar. Chile ha invertido notablemente en gran medida en energía renovable, que se espera que represente hasta el 20% de su generación de energía para 2020.El estancamiento político generado, con un congreso que parece dividido, genera desconfianza en los mercados, al igual que estas protestas, y es el caldo de cultivo perfecto para una crisis comercial.
Lo que se nos omite desde los medios liberales y/o de derechas es que, desde 2015 el crecimiento económico se ha estancado. Los salarios se han paralizado (con un leve descenso entre 2015 y 2017). 3 de cada 4 chilenos tienen un salario menor a 700€. Por si fuera poco, la tasa de paro aumentó del 6 al 7,2%. Además, en 2016, el Gobierno aumentó en un 40% los impuestos a las empresas, sobre el tipo de beneficios. Esto perjudicó a la inversión extranjera (y con ello la creación de puestos de empleo), que ha mostrado un comportamiento irregular desde entonces. Tampoco nos podemos olvidar del sistema de pensiones de capitalización chileno. La mensualidad que reciben los jubilados chilenos de media no superan los 250€.
Ahora veamos algunos ejemplos de manipulación de los medios de izquierda. En lo más alto del podio encontramos a RT, el canal de televisión público del Kremlin, que se lleva el título a 'Desinformador por Excelencia'. En este vídeo que se volvió bastante viral, y que han compartido varios de mis amigos en Facebook, la pertinaz señorita que se nos muestra hablando frente a la cámara nos cuenta que "las protestas de Chile no se desataron debido al aumento en 30 pesos del metro en Santiago de Chile, sino a 30 años de recortes en Chile en Sanidad y Gasto Público" (minuto 3:25).
Efectivamente, las protestas en Chile se deben a múltiples razones y no solo a la pequeña subida de 30 pesos en el pasaje de metros pero...¿30 años de recortes en servicios básicos? Si esto fuera cierto yo mismo me compraría un billete de avión dirección Santiago de Chile para sumarme a las manifestaciones con ellos. Pero.. ¿es esto cierto? Evidentemente no.
Como podemos observar en estas gráficas proporcionadas por Datosmacro, que recoge los datos del FMI, tanto el Gasto en Educación como en Sanidad Pública han ido aumentando (salvo en algunos años excepcionales) a lo largo de las últimas décadas. En el caso de la Educación, el Gasto per cápita ha aumentado de 173€ en 1.999 a 666€ en 2.016 (último año para el que tenemos información). En cuanto a la Sanidad, este aumento ha sido todavía más notorio, pasando de 148€ en 1.999 a 707€ en 2.018. Poniendo estos datos en contexto, es el país de Latinoamérica que más gasta per cápita en Educación y el tercero en Sanidad tan solo por detrás de Uruguay y Cuba.
También nos cuentan el país es cada vez más desigual. Es innegable que Chile es un país que necesita hacer políticas que conduzcan a mejorar este aspecto, pero es mentira que cada vez sea más desigual, sino más bien lo contrario. Echando un vistazo al Índice de Gini chileno (cuanto más próximo a 0 más igualitario y cuando más próximo a 100 más desigual) vemos que el país ha ido mejorando en este aspecto.
"¿Entonces por qué se quejan los chilenos de sus servicios públicos básicos?" os preguntaréis. Lo cierto, es que a pesar de las mejoras en este aspecto, la Educación en Chile sigue siendo cara, a diferencia de otros países de Latinoamérica, donde es sino gratis, al menos sí más asequible. Aquí cabe preguntarse por qué se da esta tesitura a pesar de haberse aumentado tanto el Gasto Público en Educación y, de hecho, gastar más que cualquiera de sus países vecinos. La respuesta es sencilla. Por un lado, la Educación en Chile es de una calidad bastante superior al promedio Latinoamericano (infraestructuras, calidad del profesorado...). Por otro, el Gobierno de Chile busca que el modelo sea sostenible económicamente en el largo plazo, evitando endeudarse, de ahí que cobre altas tasas para las matrículas universitarias.
Aquí cabe reseñar que países varios de los Latinoamericanos que proporcionan Educación Pública gratuita (así como demás servicios públicos) lo hacen por encima de sus posibilidades financieras gracias a préstamos provenientes de organismos como el FMI. Deuda que no ha sido todavía devuelta debido a su incapacidad de prosperar económicamente y que ha causado disputas entre dicho organismos con países como Argentina, Venezuela o más recientemente, Ecuador. Chile, por contra, financia sus servicios públicos con los impuestos generados de su propia actividad económica, lo que permite al país mantener una Deuda Pública pequeña y asumible (25,6% del PIB en 2018).
Entonces, ¿qué puede hacer Chile entonces para recuperar su crecimiento económico y ofrecer servicios públicos básicos a mejores precios?. Veámoslo.
¿Puede hacer frente Chile a esta tesitura?
Antes hagamos un breve repaso de la economía de Chile.
Los sectores que destacan en la economía del país andino son la minería (sobre todo el cobre), los productos manufacturados: como la madera, procesamiento de alimentos y los productos químicos, y del sector agrario: la pesca, la viticultura y fruta. Sectores importantes, pero de productos que no generan altos valor añadido y lo más importante, altamente dependientes de lo que sucede en los mercados internacionales, lo que daña su competitividad y fortaleza económica. What a classic in Latinoamerica.
El sector industrial en Chile tiene un peso importante en su PIB (29,96% según el Banco Mundial) pero las industrias sufrieron una caída en estos últimos años. El sector agrícola (un menor peso: 3,83% según el BM), donde la agricultura y la ganadería son las principales actividades (en el centro y sur del país) protagonizan muchas de las exportaciones, sobre todo las de frutas y hortalizas, con estrategias dirigidas a los mercados europeos, norteamericanos y asiáticos. La ubicación país permite ofrecer estos productos fuera de temporada estos mercados. Sin embargo, muchos otros productos sufren en los mercados internacionales por competencia con los de países asiáticos (como en la pesca por ejemplo) o de su propio continente (otras frutas y hortalizas). El sector servicios es el que más aporta al PIB con el (57,59% según el BM) y el que genera más empleo.
En el ámbito económico, Chile tiene que afrontar tres problemas actualmente. El primero superar esa dependencia tradicional del precio de sus productos, sobre todo el cobre (su producción representa el 50% de las exportaciones del país, según BM). Segundo, desarrollar un suministro de alimentos autosuficiente, salvando los problemas de infraestructuras y logística en un sector que no satisface la demanda doméstica. Por último, aumentar lo máximo posible su productividad para aumentar su competitividad con el exterior.
Es una economía vulnerable a los precios internacionales (especialmente y, para no variar, del cobre), la demanda internacional (con especial efecto los designios de China), y a esto se le unen los riesgos climáticos y de terremotos, la productividad debería mejorar de la mano de una I+D adecuada, la red de carreteras y la red de energía son vulnerables y con alto margen de mejora, tienen altos precios energéticos y un sistema también mejorable. Para paliar los precios energéticos y la dependencia en este ámbito, Chile ha invertido notablemente en energía renovable, que se espera que represente hasta el 20% de su generación de energía para 2020 (OCDE).
Los cambios políticos, tienen mucho que ver en esta situación. Estos además manifiestan y, previsiblemente, generarán más gasto público y por lo tanto deben estar amparados bajo un sistema fiscal óptimo, es decir, deben estar preparados para poder aumentar este gasto público con un sistema recaudatorio y ajustes fiscales a la altura, que no quebrante el tejido empresarial ni disponga trabas a este, debe haber un sistema de incentivos dirigido a mejorar esas lagunas sociales que presenta el país y que están generando tantas protestas sociales. Existen altos niveles de desigualdad e informalidad (OCDE), donde los factores en la desigualdad de la riqueza incorporan el sistema impositivo actual el cual desfavorece a las clases de ingresos medios y bajos en primer lugar. Chile ha invertido notablemente en gran medida en energía renovable, que se espera que represente hasta el 20% de su generación de energía para 2020.El estancamiento político generado, con un congreso que parece dividido, genera desconfianza en los mercados, al igual que estas protestas, y es el caldo de cultivo perfecto para una crisis comercial.
Bajo la presión creada por la reciente guerra comercial entre
Estados Unidos y China, el principal problema que debe abordar el
gobierno de Chile para reactivar el crecimiento económico, es reforzar
la cooperación comercial con nuevos socios comerciales, por ejemplo en
Asia. El progreso en los ajustes de impuestos, los cuales comento aquí,
así como los efectuados en las pensiones y en migración, es otro
problema con el que la política chilena debe luchar con la formulación
de políticas.
















