viernes, 13 de diciembre de 2019

Actividad 1

Adrián Dorgambide González

Sólo buenas fotos | Sólo fotos propias
 
Viajes por lugares insólitos (1). Annecy

Intro

Los que usáis con frecuencia Internet y visitáis sus infinitas páginas de ocio y cultura, a menudo os encontraréis con blogs de viajes o anuncios publicitarios de empresas que os quieren vender sus servicios vacacionales. Algunos, de hecho, ya estaréis hasta el gorro. Viajar está a la orden del día y, muchos de nosotros, a lo poco que encontremos unos días libres en nuestra agenda, los aprovechamos para tachar una ciudad o un país de nuestra interminable lista de sitios que queremos conocer.
Como a la inmensa mayoría de los millenials, a mí también me gusta viajar por el ancho mundo y hacer uso de mi cámara para guardar en instantáneas las mejores vistas que me encuetro por el camino.
 
¡PERO TRANQUILOS! Aquí no os váis a encontrar con las tradicionales postales del Big Ben o de la Torre Eiffel, ni tampoco un selfie en la Fontana de Trevi o en la Sagrada Familia. Mi propósito, pues, es que conozcáis otros lugares recónditos que he visitado por Europa y que (casi) nadie conoce más allá de sus oriundos. Personalmente, siempre me he sentido más atraído por pequeños lugares o barrios pintorescos frente las megaciudades cosmopolitas; los pueblos enxebres, donde se aprecia verdaderamente la cultura tradicional del lugar, por delante de las grandes capitales europeas. Y eso es lo que os voy a traer yo.

1.1 Annecy

El primer paraje que os quiero mostrar es Annecy, una pequeña ciudad alpina situada al este de Francia, cerca de la frontera con Suiza, a escasos 40 minutos en coche de Ginebra.

A pesar de sus escasos 55.000 habitantes, Annecy cuenta con una gran atmósfera turística y universitaria, similar a la que nos podemos encontrar en ciudades españolas como Santiago de Compostela o Salamanca.

Las montañas alpinas de los alrededores, cubiertas con un manto de nieve durante los meses más gélidos del año, causan fuerte impacto ante los visitantes. 

Pero sin duda, el paisaje natural más representativo de la ciudad es el Lago de Annecy, famoso por ser uno de los más limpios del mundo, y de una superficie de 27,59 km².




Del lago emana el agua que alimenta los canales que atraviesan el centro de la ciudad, similares a los que nos podemos encontrar en otras ciudades europeas como Venecia o Brujas.

Pasear por las empedradas calles del casco antiguo o visitar el castillo que lleva el mismo nombre de la ciudad, son solo alguno de los quehaceres que ofrece esta villa alpina.

Recomiendo, eso sí, reservar habitación de hotel con bastante antelación, pues la oferta es escasa y la demanda de hospedaje cada vez mayor.






Próximamente compartiré más lugares que, al igual que Annecy, vale la pena conocer. Hasta pronto camaradas!!!

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